Cultivo de Anthurium cabrerense : (para una planta juvenil):
El cultivo de una plántula joven de Anthurium cabrerense requiere un cuidado especial, centrándose en proporcionar condiciones óptimas para su delicado crecimiento temprano:
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Luz: Proporcione luz indirecta, suave y brillante. Las plántulas son particularmente susceptibles a las quemaduras en las hojas por la luz solar directa.
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Temperatura: Mantenga una temperatura constante. La temperatura ideal se encuentra entre 18 °C y 27 °C (64 °F y 80 °F). Evite fluctuaciones o descensos bruscos de temperatura.
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Humedad: Una humedad muy alta es crucial para el desarrollo de las plántulas. Procure mantener una humedad del 70-90 %, lo cual puede lograrse utilizando una cámara de humedad, un terrario o colocando la plántula en un ambiente protegido y húmedo.
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Riego: Mantenga el sustrato de la plántula constantemente húmedo, pero nunca encharcado. Las raíces de las plántulas son muy frágiles y propensas a pudrirse en condiciones de humedad excesiva. Asegúrese de que el drenaje sea excelente. Si es posible, utilice agua blanda, como agua de lluvia o de ósmosis inversa.
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Sustrato: Use una mezcla muy ligera, aireada y con buen drenaje, adecuada para anturios jóvenes. Una mezcla de musgo esfagno fino, perlita, corteza fina de orquídea y, posiblemente, un poco de fibra de coco puede funcionar bien.
Notas adicionales (sobre las plántulas):
- En esta etapa temprana, la plántula tendrá hojas pequeñas y delicadas. Su forma característica se desarrollará a medida que la planta crezca.
- El desarrollo de la característica flor oscura se producirá a medida que la planta alcance la madurez, lo que puede llevar varios años.
- Mantener una humedad alta es fundamental para evitar la desecación y favorecer el desarrollo saludable de las hojas en las plantas jóvenes.
- ¡Ten paciencia! Las plántulas crecen con relativa lentitud, y la planta tardará un tiempo en madurar y mostrar su característica floral distintiva.